¿El Divorcio?

 No todos deben casar, algunos tienen la gracia para pasar la vida celibato, el mejor opción. Otros, sabiamente declinan a casar con alguien en yugo desigual (2 Cor. 6:14) aunque no sientan a tener “el don”. Quiero aclarar algo - mi comunión con otros empieza desde el momento que sentamos a la Gran Mesa de las Agapes. Todo lo que sucedió antes, dejamos en el pasado :) 

*Hermanos, cada uno permanezca con Dios en la condición en que fue llamado. - 1 Cor. 7:24
*Si alguno está en Cristo, nueva criatura (creación) es; las cosas viejas pasaron... han sido hechas nuevas. - 2 Cor. 5:17
*Olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta. - Fil. 3:13-14

 Este tema es delicada y aunque parece ser rigida, no la toco sin afecto fraternal. Voy a dar una disposición académica analizando los puntos de permanencia matrimonial en el Nuevo Pacto y usted, como lector, pesa los factores.

 A. Hay dos “clausulas de excepción”:
   1. La clausula de inmoralidad sexual (porneia) – Mateo 5:32 y 19:9
   2. La clausula del no-creyente – 1 Corintios 7:15
Las dos excepciones si son justificaciones para separación (apoluo) pero el permiso de divorciar (apostasion) y casar de nuevo, en causas de inmoralidad o abandóno, es poco probable.

 Moisés si dio cartas de divorcio (apostasion). ¿La razon dado por Jesús? Dureza de corazón. Mateo escribe que apoluo (“separación” - ¿divorcio?) es permitido por causa de inmoralidad, pero apostasion (carta/permiso de divorcio) y luego el casar con un nuevo cónyuge va en contra de otras “clausulas” de permanencia matrimonial.

B. Hay más que tres "clausulas de permanencia matimonial": 
  1.  Mr. 10:11 y 12 - Cualquiera que se divorcie de su mujer y se case con otra, comete adulterio... si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.
  2. Rom. 7:2-3 y 1 Cor. 7:39 - La mujer casada está ligada a su marido mientras vive. --- 
- ¿Existe un acto que desuelve este “ley”? -
  3. 1 Cor.7:10-11 - A los casados instruyo, no yo, sino el Señor: que la mujer no debe dejar al marido. Pero si lo deja, quédese sin casar, o... se reconcilie con su marido. ¿Y si “su marido” incrédulo cometio porneia (fornicación) en el pasado?

 De los cuatro Evangelios (Juan no escribe de la tema) solo Mateo tiene “la excepción” por porneia, es simplemente ausente de Mr. 10:2-12 y Lc. 16:18. Para Marcos y Lucas no era necesario. Si existe fornicación (adulterio, incesto, homosexualidad...) o violencia, la pareja tiene todo derecho de separarse. La pregunta es en estos casos, ¿La liga, el yugo del matrimonio, ya fue cortado por causa de estos pecados/infracciones, ya puede uno en estos casos casar de nuevo, o es por vida el yugo de matrimonio y solo es permitido la separación? Si es así el caso entonces no existe "el divorcio" entre Cristianos, la ley de Mexico es uno pero la ley de Cristo es otra. No vale un certificado de divorcio en los ojos de Jesús aunque con el dinero se adquiere.  

 C. Sin inmoralidad, la separación (negación de deberes conyugales), se constituye fraude y puede “hacer” a un cónyuge cometer adulterio (Mt. 5:32) - 50% de la culpa cayendo sobre el cónyuge defraudador. Si uno es defraudado debe resistir y no entrar en pecado de muerte. 

 D. 1 Cor. 7:15 anticipa que algunos cónyuges no-creyentes o “cristianos” (por nombre) infieles no van a tomar en cuenta la doctrina de la Iglesia, de Cristo, y van a separar de sus esposos/as de todos modos. Es decir, que algunos van a ser víctimas del fraude matrimonial. “La excepción” - Vs. 15 - si el que no es creyente se separa, que se separe. En tales casos el hermano o la hermana no están obligados... ¿Es una desolución del matrimonio, una licencia para apostasion/divorcio y luego uno es libre de ir a “casar” por un cónyuge nuevo? Vs. 16 expone la posibilidad que el no-creyente podrá ser salvo en el futuro. No da una licencia a divorciar sino separación para la paz con la esperanza de salvación del no-creyente, ligado por vida en matrimonio. ¿Eres soltero/a, no-casado/a? Toma en cuenta el versículo sigiuente:

Cualquiera que se casa con una mujer divorciada (separada), comete adulterio - Mt. 5:32, Lk. 16:18 

 En nuestra boda de matrimonio, yo y Nicole, hicimos un pacto por vida. “Hasta que la muerte nos separe” es el voto, no dicimos “excepto por infidelidad”. Tenemos 20 años casados. Pretendemos que Nicole me dejará, mientras viva, no casaré de nuevo. No importa si hubo porneia o si tuve parte en la separación por mal comportamiento. No voy a dañar mas, ni voy a entrar en un contrato nuevo. “La ley” de amor, “no hace mal al prójimo”, ni siquiera debemos pensar en hacer cosas dañosas con el prójmo. En este caso, siendo un soltero no casable y “defraudado” (1 Cor. 7:5), tendría que apoyar a mis hijos y a la Iglesia, buscar primero el Reino y atender/ver a mis propias necesidades - lavar mi ropa, cocinar o cualquier necesidad que es común al hombre, viviendo en la carne (Ef. 5:29) - aunque no fuera deseable mi condición. Por causa del "don" o el Reino sigue celibato, por causa de la fornicación casase, pero solo con un creyente (no divorciada/separado), por causa de defraudación, no adultere ni daña al prójimo. La gracia de Dios sea con todos nosotros. 

Comunidad Intencional

 El hombre vive de la providencia de Dios, la fe, el lógico/Logos y las fuerzas para trabajar. La palabra providencia es traducida de la palabra Griega pronoia. Pro - “Antes”   Noia – “Percibir/entender” o es decir deliberada, premeditada. La providencia de Dios fue anticipada antes que nacimos. Nuestra planeta fue inteligentamente y intencionalmente diseñada con detalles tan precisas que muchas veces ni damos cuenta de la magnitud y asombrosa creatividad que esta en frente de nuestros ojos. Todo lo que el hombre necesita para vivir esta integrada en la biósfera. La pobresa extrema es una invención 

humana, sea por pereza o falta de comunión (el egoísmo). La providencia de Dios es grande, tanto que pudo anticipar, preparar y crear por obra seres vivientes y luego un ambiente viva que sostentará a billones de personas diversas por todo Su tierra, que Él dijo es buena. La Iglesia solo tiene que organizar y administrar con competencia y fraternidad los recursos, ambos materiales/naturales y humanos, de acuerdo a las reglas de comunión establecidas en el Nuevo Testamento, edificando un Reino de poder y providencia. 

 Si alguien no provee (pronoeo) para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.     1 Tim. 5:8

 Entre hermanos de diferentes denominaciones existe una frase famosa - “hermano, es que yo vivo por fe.” La interpretación - “estoy endeudado, sin un centavo.” Hay dos cosas que causa deuda 1. Gastar-consumir más de lo que gana/cosecha 2. Ganar/cosechar menos de lo que gasta-consume. Este dilema puede ser conectada a varias puntos ambos personales y sistémicas. Solo hay 3 cosas que, son importantes: 1. Eliminar deuda – es opresiva 2. Proveer las necesidades (no escribí “necedades”) de los “suyos” - la familia biológica 3. Proveer para los “suyos” - la familia y casa de fe.   

 Hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe.     Gá. 6:10

 Hay cuatro estados económicos de personas en una comunidad:  

1. Maestros/Administradores 2. Empresarios 3. Empleados 4. Neófitos. Estos cuatro estados siempre han existido y siempre ha habido contención entre los que “tienen” y los que “no tienen”.

 Muchas veces existe la idea que el abogado, empresario, doctor... tiene que agarrar el machete o la pala “para ser humilde” pero estos son herramientas nada más, entonces cada quien se dedica a trabajar/producir en la forma más útil para la comunidad, los suyos, sin juzgar o tener prejuicios. ¿No es útil la profesionista a nosotros? La comunión afinada cree un balance perfecta entre maña, mente y amor - apreciando los esfuerzos de todos. La comunión no es comunismo, capitalismo, Judaísmo ni individualismo. No podemos “forzar” a las personas a “voluntariamente” vivir al “estilo de Hechos” :)

 Ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común.     Hch. 4:32 

 En Gá. 6 vemos el balance entre –Llevan las cargas los unos de los otros – Y - Cada uno llevará su propia carga. La comunidad, la iglesia local, es como una familia. Cada familia tiene que proveer para “los suyos”, su familia biológica y su familia de fe local. Cada comunidad tiene que tener una cantidad mínima alcansable de aportar y un contador que hace cuentas claras. Los líderes tienen que gobernar bien y ser balanceados. Todos los hermanos tienen que aportar y esforzarse, este “carga” es universal. Si no, ha negado la fe, es peor que un incrédulo y no cumple con la ley de Cristo. Si la comunidad puede proveer empleo, la persona que no trabaja bien ni aporta la cantidad mínima, es despidida con el contador presente y con amor. La pobresa voluntaria es bienaventurada pero la pereza y falta de pronoia no es “fe”. 

 Cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación.

                                                                                                                    2 Cor.9:9

 Si una persona siempre siente obligada entonces la emoción de comunión fraternal se va perdiendo. Ya no siente el calor de ser un corazón y un alma, edificando un Reino juntos. Estamos formando micro-negocios, sistemas de educación y salud, un ambiente de “religión pura” (Stg. 1:27) donde no solo vemos el posterior de las cabezas de los hermanos cada Domingo. Pero “los obligados” no vean que el Reino esta enriqueciendose, solo que ellos están empobreciendo. Pero año trás año nuestro Reino va creciendo. Era una semilla de mostaza pero ahora es un arbolito donde algunos pequeños descansan bajo su sombra. No vamos a cansar a dar.

El Gran Cisma

 La Iglesia, universal y apostólica, empezó primeramente en Jerusalén. Podemos decir que fue la primera hija nacida de muchas hijas de la “madre” universal. Con el tiempo Jerusalén se formó parte de una “pentarquía” compuesta de cinco Patriarcas: Las Iglesias de Jerusalén, Antioquía, Alejandría, Constantinopla del oriente y sola Roma en el occidente. En el siglo IV, el siglo del Concilio de Nicea (325 d.C.), el Imperio Romano estaba divido en dos pero Constantino había conquistado a todo el Imperio. Milan, Italia era el capital casi 500 km. de Roma en el lado occidente del Imperio. Unos 5 años después (330 d.C.) Constantino se cambio el capital imperial a Constantinopla (ahora Istanbul, Turquía), “la Nueva Roma”, la cual se encontraba en el oriente del Imperio. Antes del Siglo IV la Iglesia no estaba unida al estado pero algunos obispos de Roma ya habían atentado a señorear sobre las demás iglesias queriendo el título “obispo universal” y en el siglo VI algunos obispos de Constantinopla empezaron a exaltarse y competirse por primer lugar con Roma.   

 En el año 607 d.C. el Emperador Focas (en Constantinopla) nombró a Bonifacio III, el obispo/papa de Roma, “el obispo universal” sin la aprobación de la Iglesia del oriente. Gregorio Magno, el papa anterior de Bonifacio III, atacó al Patriarca Ciriaco de Constantinopla por simplemente asumir el título “patriarca ecuménico” diciendo:

 Aquel que se llama a sí mismo sacerdote universal, o desea ser llamado asi, es el predecesor del anti-cristo.

 Los inicios del cisma empezó en 607 d.C. entre la Iglesia Ortodoxa Católica del oriente y la Iglesia Romana Católica del occidente pero en el año 1054 d.C. sucedió el Gran Cisma donde oficialmente se dividieron en dos por causa de muchas razones políticas que da mareo a pensar en ellas. 

¿Quién es mi madre...? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos... todo aquel que hace la voluntad de mi Padre... ése es mi hermano, y hermana, y madre.            Mateo 12:48-50 *60 d.C.

 Los obispos, el presbiterio y los servidores (diáconos) son para administrar y gobernar a las iglesias por palabra y ejemplo. Deben ser los primeros en demostrar la humildad, la comunión, la cooperación mutua y el liderasgo servidor. Las iglesias locales son autónomas. La Iglesia de Roma, los Estados Unidos o otras iglesias extranjeras no tienen autoridad obligatoria sobre la Iglesia de Mexico. Sin embargo, las iglesias locales y regionales deben ser conectadas como un cuerpo - unidas en fe y comunión. No solo debe ver comunión económica en la misma iglesia local sino un intercambio de recursos humanos y materiales entre diferentes iglesias locales también. Roma dejó de sentir simplemente como una hermana sino se hizo como “la madre” de todas. Muchas iglesias, sea por miedo, corto de vista, escasez, problemas no-resueltos, sobrecargas o otras razones, practicamente se aislan de otras iglesias hermanas. Debemos tener comunión.

 Uno es el Padre de todo, uno el Logos de todo, y uno el Espíritu Santo, el mismo en todas partes; y una sola también es la virgen madre: me complazco en llamar a ella la iglesia... Ella es ambos virgen y madre. Esto es, ella es pura como una virgen, pero tan amorosa como una madre. Llamando a sus hijos a ella, ella amamanta a ellos con leche santa.     Clemente de Alejandría 195 d.C

 La Iglesia Universal es la madre, las iglesias locales son hermanas y nosotros como miembros, hermanos y una familia de fe. 

No puede tener a Dios por padre el que no tiene a la iglesia por madre. Cipriano 250 d.C.